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viernes, 2 de enero de 2009

La razón

A veces que creemos que estamos en posesión de la razón y argumentamos al máximo nuestros puntos de vista. Después de quedarnos sin argumentos pasamos al enfado y perdemos la compostura, terminando por perder la razón aunque estemos en posesión de ella.

Si nos ofuscamos lo mejor es una retirada a tiempo, que una mala actuación que nos puede pasar factura a la larga.

Si somos la otra parte lo mejor es callar y esperar que esa persona termine. Como no tiene respuesta a la agresión, porque aunque verbal es una forma de agredir, esta persona termina por calmarse y es ese el momento de argumentar. Siempre y cuando se pueda, sino lo mejor es callar e irse, porque nunca se llegará a buen termino.