Cartas de amor de un profeta, muestran el sentimiento que el amor de un hombre procesa a su amada, como romántico que soy os pongo una de ellas para mostrar lo profundo de un amor que es imperecedero en el tiempo.
Kabil Gibran
31 de octubre 1911
Mary, mi amada Mary, he trabajado todo el día, pero no podía acostarme sin antes darte las buenas noches. Tu última carta es puro fuego, un corcel alado que me conduce a una isla donde sólo oigo músicas extrañas que espero comprender algún día.
Las jornadas se han llenado de estas imágenes, voces y sombras; también en mi corazón y en mis manos hay fuego. Necesito transformar toda esta energía en algo positivo para mí, para ti y para nuestros seres queridos.
¿Acaso sabes lo que es quemarse, arder en inmenso brasero, con la seguridad de ese incendio está transformando en cenizas todo cuanto existe de ruin y dejando en el alma sólo la esencia verdadera?
¡Oh, no existe cosa más bendita que este Fuego!.
Kabil Gibran
31 de octubre 1911
Mary, mi amada Mary, he trabajado todo el día, pero no podía acostarme sin antes darte las buenas noches. Tu última carta es puro fuego, un corcel alado que me conduce a una isla donde sólo oigo músicas extrañas que espero comprender algún día.
Las jornadas se han llenado de estas imágenes, voces y sombras; también en mi corazón y en mis manos hay fuego. Necesito transformar toda esta energía en algo positivo para mí, para ti y para nuestros seres queridos.
¿Acaso sabes lo que es quemarse, arder en inmenso brasero, con la seguridad de ese incendio está transformando en cenizas todo cuanto existe de ruin y dejando en el alma sólo la esencia verdadera?
¡Oh, no existe cosa más bendita que este Fuego!.